A pesar de las ventajas resultantes del uso correcto del condón, en muchos países incluyendo el nuestro, grupos conservadores se oponen a la difusión de su uso, oposición que es especialmente marcada en relación con los menores de cierta edad.
Entre las normas religiosas, legales y culturales que se oponen al uso del condón, están aquéllas que resultan en una mayor dificultad para las mujeres para proponer el uso del condón, poniéndolas así en situación de mayor riesgo. Esta mayor dificultad es el resultado de muchas creencias que aún hoy siguen vigentes a pesar de los cambios que se experimentaron en las últimas décadas en relación con las normas sociales. Entre esas normas y creencias se puede mencionar:
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Que una mujer que propone el uso del condón en una relación sea considerada una mujer “fácil” o “jugadora”.
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Que las decisiones sobre la vida sexual de una pareja debe ser tomada por el hombre.
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Que una mujer debe ser ingenua en asuntos relacionados con el sexo.
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Que una mujer que propone el uso de condón en una relación sexual está expresando desconfianza hacia el hombre lo que conllevaría una reacción negativa del varón, quién puede optar por desistir de la relación sexual e incluso de la relación de pareja
La persistencia de estas falsas creencias pone en peligro la salud de la pareja y nos obliga por ello a tomar medidas para difundir las bondades del uso del condón, como medio para asegurar que durante una relación sexual no se transmitan infecciones sexuales como el VIH, la sífilis, la gonorrea y otras; y también para evitar embarazos no deseados. En otras palabras, permite hacer realidad el vivir la experiencia del “sexo seguro”, el que permitirá la vivencia de una sexualidad saludable y placentera.
Los resultados de la encuesta, si 86%, no 14%, muestra que la mayoría de las personas que respondieron la encuesta concuerdan con lo manifestado más arriba, en el sentido que negociar el uso del condón en una pareja heterosexual es más difícil para la mujer que para el hombre.